.
Me agarro con mis uñas
de la punta de esta luna.
Y dices algo,
no importa que,
todo va a enseñarme.
Ahí está el camino,
debajo,
y la luna se infla y me cobija.
Ya no creo en caer.
Ya son tus palabras
el sueño ameno.
Solo queda mirar
adentro,
donde se sumergen los mares,
donde sigo naciendo.
9 de noviembre de 2009
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